FINALES FELICES

GANDALF

PINCHA SOBRE SU IMÁGEN PARA VER SU HISTORIA EN VIDEO

Gandalf tenía 6 años cuando nos hicimos cargo de él. Llegó a nuestras manos víctima del abandono, desnutrido, triste y con síntomas de maltrato físico.

Gandalf es sordo y casi ciego por su albinismo, así que teníamos que encontrarle una familia que quisiese enseñarle el mundo adaptado a sus necesidades. 

Sabíamos que no iba a ser tarea fácil por la discriminación que sufren estos grandullones... Pero apareció su familia.

Ahora disfruta con sus hermanitos de la vida que ¡SIEMPRE DEBIÓ TENER!

¡Te queremos Gandalf, disfruta de tu nueva vida!